viernes, 22 de abril de 2011

Capitulo 58. Epílogo.

EPÍLOGO

Bella Pov.

Eran las dos de la mañana cuando me encontraba acostada en la cama de lado, tenía una almohadilla debajo de mi gran pancita, para hacerme resistencia, la verdad es que ya se me hacia imposible  conciliar el sueño, Edward se encontraba durmiendo justo detrás de mi espalda, con una de su mano me tenía rodeada la panza, el bebé se movía y golpeaba cada 5 minutos de tal manera que me sacaba el aire por segundos, en principio era una maravilla cundo se movía, pero ahora me creaba una incomodidad increíble, Edward a pesar de estar rendido durmiendo, cada vez que sentía al bebé golpearme, me acariciaba la panza, justo en donde sentía al bebé golpearme, la verdad me sentía demasiado incomoda.

Llevábamos dos semanas en Los Ángeles, ya que estaba en mi penúltimo mes de embarazo y Edward y yo, habíamos aprovechado el verano para complacer a Esme, y visitarla, habíamos viajado de regreso, todos estábamos en la universidad de Stanford California. Nos habíamos decidido por algo no muy lejos.

Con algo de incomodidad me senté en la cama, alejando el agarre que Edward le tenía a mi cuerpo, nos estábamos quedando en la casa de Edward, ya que con Alice nos habíamos desecho del apartamento unos días antes de irnos a California. Me puse de pies, y sentí un fuerte golpe justo abajo, era normal que la vejiga se me mantuviera llena, al parecer yo seguía igual de flaca y la panza me pesaba demasiado, los malestares del embarazo me golpearon fuertemente estos ocho meses, pero igual por mi bebé sería capaz de aguantarme los vómitos hasta los nueve meses, no sabía el sexo, ya que tío Emmet, dicho con muuuuucho sarcasmo, le había prohibido a Edward, averiguar el sexo, quería que fuera una sorpresa, yo no insistía porque sabía que Edward apreciaba demasiado a su mejor amigo, y quería complacerlo, yo por Edward no insistí, el único que sabía el sexo era mi querido suegro, el cual no le valieron mis insinuaciones y mis quejas escondidas, nunca había abierto la boca, solo sonreía cuando le preguntaba si era niño o niña. En cambio Alice y Nessie no insistían, porque aseguraban que iba a ser una hermosa niña. Yo igual deseaba a un niño.

Di unas vueltas alrededor de la habitación, aquellas pequeñas caminaditas, me relajaban un poquito, me paré un segundo y miré detenidamente a mi esposo tirado en la cama, se veía exhausto, se veía demasiado cansado, su sueño era profundo y no era para menos, el pobre había sufrido junto conmigo uno y cada uno de los malos ratos que pasaba con el embarazo. Sin duda alguna, Edward era lo mejor que me había pasado en mi vida, nunca olvidaré cada uno de los momentos que pasamos juntos, recuerdo como si fuera hoy el día en que lo conocí:

Flasblack:

Jessica y Edward al escuchar la voz de Renesme, ambos levantaron la mirada, ahí estaba ella parada frente a ellos, con cara de fastidio y los brazos cruzados, a su lado Isabella con cara de no entender, Edward no tardó en mirar aquella chica tan linda que se encontraba al lado de su hermana, frunció el seño al no reconocerla. Jessica se puso furiosa al notar que los interrumpían.
_ Hola Jessica… -dijo Renesme sonriéndole algo hipócrita, Jessica lentamente se fue poniendo de pies-.
_ Hola… ¿Qué tal el verano, Renesme?... –dijo ella, Edward estaba serio, seguía sin apartar su mirada de Isabella, quien miraba a Renesme de lado-.
_ Fenomenal… -le contestó a Jessica con la misma hipocresía-.
_ ¿Y ella?... –dijo Edward interrumpiendo la conversación y mirando a Isabella descaradamente, Jessica se percató también de la presencia de Isabella, Isabella lo miró y fue cuando vio o mejor decir sintió la profundidad de aquellos orbes color esmeralda-.
_ Me llamo Isabella… -dijo ella algo tímida por la mirada profunda de él-.
Edward automáticamente se puso de pies y como todo un caballero le extendió la mano, Renesme puso cara de fastidio-.
_ Edward Cullen… -dijo al darle la mano, sin ganas de disimular la miró de abajo arriba, Jessica se puso algo molesta-.
Isabella  puso cara de no entender y miró a Renesme.
_ Si… es mi hermano… -dijo Renesme adivinando la futura pregunta de Isabella -.
_ Encantada… - dijo Isabella  y le dio la mano y enseguida la retiró para mirar a Jessica-
_ Mi nombre es Jessica, Bienvenida al instituto…
_ Gracias… -dijo Isabella-.
Edward parado miraba sin disimular a Isabella  quien estaba incómoda de más.
_ Vamos, Isabella… nos sentaremos adelante, lo mas lejos posible de Edward… seguro que quieres desaparecerlo con la mirada… -dijo Nessie mientras miraba a su hermano con disgusto-. A veces me pasa lo mismo a mí también…

Fin del flasblack.

Sin duda cada una de las miradas que me regalaba, cada una de sus sonrisas ladeadas y su forma de ser persistente y molestoso me enamoraron locamente, de lo cual nunca me iba a arrepentir, Edward y ahora también mi bebé, eran todo lo que me importaban en este mundo. En ese momento me provocó bajar a la cocina e ir por un baso de agua, al salir de la habitación encendí la luz del pasillo, era torpe de por si, para ahora arriesgarme a bajar las escaleras a oscuras, iba por el tercer escalón cuando sentí otro pinchazo que me hizo detenerme de golpe, a tal punto que me llevó a agarrarme del barandal, tomé mucho aire por la nariz y lo voté por la boca, cuando me sentí mejor continué rumbo hacia abajo, ahora caminando mas lentamente y sujetándome mas fuerte del barandal, al llegar a la cocina, respiré como si se tratara de que acababa de ganar la carrera, estaba sintiendo una molestia en mi bajo vientre y aquello me estaba preocupando, la verdad no debían ser contracciones, no podían ser contracciones, me faltaban mas de cuatro semanas y Edward y yo aún no estábamos del todo preparados, ni con la habitación que mi amada suegra se había empecinado a que Edward preparara, solo había logrado pintarla, ya que las cosas seguían sin ser organizar dentro de ella, todo estaba arrinconado, la cuna y las cosas de mi bebé, eso si, habíamos comprado muchas cosas, Esme, Nessie, Alice y hasta mamá, siempre me mandaba muchas cosas.

Llegué al refrigerador, tomé un baso y serví un poco de jugo, lo llevaba rumbo a mis labios cuando sentí aquel fuerte dolor que me hizo soltar el baso, debido a que dejando salir un fuerte jadeo mis manos se aferraron a mi vientre, mi espalda se curveó un poco hacia delante y el dolor era demasiado profundo, mis ojos se aguaron, aquello estaba siendo desgarrador, es que ni siquiera tenía fuerzas para gritar y llamar a Edward, el miedo me frisó, Edward estaba arriba y peor aún no sentiría mi ausencia porque estaba profundamente dormido, el dolor no cesaba, y me mente se nubló al sentir como si hubieran abierto dentro de mi vagina, una llave de agua, la cual sentía correr por mi entre piernas como si no tuviera ropa interior, llevaba un vestidito de seda como bata, y con mis manos temblorosa y toda asustada miré hacia mis pies, y mi corazón dejó de palpitar en mi pecho cuando lo que ví en mis piernas y suelo fue un liquido rojizo, esto estaba mal, el baso se había hecho añico cerca de mis pies y ni siquiera lo había escuchado, las lagrimas corrían por mis mejillas, intenté caminar pero el fuerte dolor me lo impidió, era un dolor difícil de describir, un dolor que te robaba el aliento, la voz, la vida.

Aforrándome de la meseta me fui agachando hasta quedar de rodillas en el suelo, el dolor era tan fuerte que temía quedarme de pies y que mis piernas flaquearan provocando que cayera de bruces y las cosas se complicaran mas. Comencé a sollozar mientras aferraba con ambas manos mi vientre y pidiéndole a dios que mi bebé estuviera bien.
_ Edward… -dije en un hilo de voz-.

Me sentía morir, nunca me dejaba sola, yo siempre le recalcaba que era demasiado paranoico con esto de lo del bebé y su cuidandera hacia mi, “qué si no comes… que si no duermes… necesitas descansar… te ves tan delgadita amor… debes comer… debes cuidarte… ¡Solo estoy preocupado por ti y nuestro hijo!...” esas eran sus fastidiosas palabras, hasta para ir a las clases de la universidad era un problema con él, siempre estaba pendiente, es que si algún chico se me acercaba, siempre buscaba la escusa de que por el bebé y para cerciorarse de que no me explotaban, él debía estar cerca, yo en esos momentos solo me reía de su actitud.

_ ¿Bella?... –al escuchar su aterciopelada voz entrar a la cocina, mi corazón volvió a latir, ni siquiera pude levantar el rostro para mirarlo, no sentía fuerzas para nada, solo sentí sus pasos apresurados y lo sentí agacharse-. ¡¡Bella!!...

Al sentir sus manos calidas en mi cuerpo sentí que podía dejarme vencer… ya él estaba a mi lado.

Edward Pov.

Mis ojos estaban sumamente cansados, llevaba días sin poder dormir bien, notaba que por las noches Bella solía sentirse muy incómoda y yo consideré mejor acompañarla en estos momentos, ya que nuestro bebé y todo lo relacionado a él, era cosas de los dos. Se que ella era que padecía los malestares, las nauseas constantes, los cambios de humor, los sueños arrebatadores, los mareos, los dolores, todo, pero al menos yo iba estar a su lado apoyándola y haciéndole saber que siempre estaría a su lado. Últimamente notaba que aunque no se quejaba contraía su cara esporádicas veces, nuestro bebé era sin duda un gran pateador, si es niño, sin duda iba a ser buen karateca, si es niña sin duda sabría defenderse muy bien de los chicos propasados, aquello me parecía demasiado bien, lo único que no me agradaba es que iniciara con las practicas dentro del hermoso vientre de mi esposa, la pobre era fuertemente golpeada frecuentemente.
Insistió tanto que me echara a su lado que no pude resistirme, dijo que tenía mucho sueño y que me necesitaba junto a ella, siempre la complacía en lo que quería, aunque no estaba muy convencido de acostarme, porque sabía que fácilmente mi cansancio podía traicionarme, pero al verla en realidad tan exhausta y con tanto sueño sabía que fácilmente esta noche podríamos dormir aunque sea un par de horas, ya que en este momento eran la una de la madrugada, ella se acostó de lado, yo mismo le acomodé una almohadilla justo debajo de su vientre, para que se sintiera mas cómoda, y al escuchar su voz somnolienta pidiéndome que la abrazara, lo que hice fue que me acosté justo a su espalda, y la abracé pegando hasta mas no poder su espalda a mi pecho, con mi brazo le rodeé su cintura, poniendo mi mano en donde se encontraba mi pequeño o pequeña travieso, me quedé despierto luchando con mis ojos pesados, y sentía como frecuentemente mi bebé golpeaba fuertemente el vientre de su madre, en donde sentía el golpe, yo llevaba mis dedos y lo acariciaba, juro que hasta sentía los movimientos ligeros que hacía cada vez que sentía mi mano, duré mas o menos una hora jugando con mi bebe, ponía mis dedos en un sitio del vientre y él me devolvía el golpe, estos eran ligeritos, apenas un toquecito y eso me hacía sonreír, era inteligente, estaba aprendiendo a no golpear duro a su madre, el pelo de Bella llenaba mis fosas nasales, embriagándome, y al sentir que mi bebé se había cansado o al menos se había dormido, suspiré, ya que estaba dejando dormir tranquilamente a su madre, cosa que agradecí, ya que llevaba tiempo que no la sentía tan relajada, su respiración acompasada me decía que ella estaba dormida, mis ojos me pesaban demasiado y de manera involuntaria se me cerraban, yo al percatarme los abría de golpe, miraba un reloj que había cerca y me daba cuanta que los minutos pasaban rápidamente, ya eran las tres de la mañana. Sabía que estaba somnoliento, pero igual me quedé allí, sentí en más de una ocasión el golpe fuerte en el vientre de Bella, e inconcientemente con mis dedos lo acariciaba, pidiéndole a dios que ella pudiera descansar un poquito más. Escuché a lo lejos un sonido chillante de un cristal estamparse con algo contundente y luego hacerse añico, abrí los ojos de golpe, y sentí el vació a mi lado de la cama, rápidamente me senté en la cama, con los nervios de punta, ¿en que maldito tiempo me quedé dormido?, el lado de Bella en la cama no estaba solo vacío, si no también frío, miré el reloj y mi corazón se detuvo al ver que eran las 5 de la madruga.

_ Mierda me quedé dormido…

Rápidamente me paré de la cama, llevaba puesto unos pantalones de pijamas largos, y una franelilla blanca, me dirigí al baño, seguro bella estaba allí.

_ Bella… -dije entrando la cabeza y con la voz ronca porque acaba de despertarme-.

Al no verla allí, fruncí el seño y me molesté un poco, al imaginar que sola y a oscuras había bajado las escaleras, exponiéndose ella y exponiendo al bebé, ¿Por qué si quería algo, solo no me despertó?. Reprimí mis pensamientos, sin duda estaba exagerando, Bella tenía razón, estaba embarazada, no discapacitada, tomé una franela que me quedó de camino, y mientras me la ponía salí de la habitación en busca de Bella, bajé las escaleras y enseguida ví el bombillo de la cocina encendido, solo debió ir por agua, mientras me acercaba mas a la cocina mi corazón se fue acelerando, al escuchar demasiado bajitos unos sollozos, era Bella.
_ Edward…

Dijo en un hilo de voz, y corrí a la cocina rápidamente, me paré abruptamente en la puerta al ver aquello, mi corazón en cuestión de segundos fue a parar a la planta de mis pies, me quedé sin habla.
_ ¿Bella?...  

Bella yacía en el piso arrodillada, estaba en medio de un charco de agua rojiza, su pijama estaba mojada de aquel liquido y ella se mantenía de una pieza, mientras se agarraba fuertemente el vientre, ella lloraba como una niña. La voz volvió a mi garganta con un terrible grito que salió del más profundo dentro de mi ser.

_ ¡¡Bella!!...

Obligué a mis piernas caminar, y corrí hacia ella, agachándome a su lado, mis manos temblaban demasiado, creo que tocaba todo su cuerpo desesperado, sus brazos, sus piernas sucias de ese liquido parecido a sangre ligado con un poquito de agua, no me importó nada, cuando trataba de despegar el cabello que se había adherido a la piel de su frente por el sudor, tomé una de sus manos y parecía el cuerpo de un vampiro, frío como el hielo y duro como una piedra. Las lagrimas salieron de mis ojos al verla retorcerse del dolor, noté que cuando hundí una de mis manos entre una de las de ella, fue que se percató de mi toque y fue allí cuando la sentí desvanecerse entre mis brazos.

_ ¿Bella?... –grité desesperadamente-. ¿Bella, amor?... –dije vuelto una mierda por el dolor y los nervios-.

Quería tratar de despertarla, pero estaba tan frágil, que tenía miedo hasta de moverla. Y traté de que papá me escuchara desde la habitación.

_ ¡ ¡ ¡CARLISLE… CARLISLE… PAPÁ!!... –Grité desesperadamente mientras sacaba fuerza de no se donde y tomaba a bella entre mis brazos, su cabeza se fue hacia atrás y sus brazos cayeron hacia abajo, dejándome evidenciado que estaba completamente desmayada, salí rápidamente de la cocina, e inmediatamente noté que papá y mamá aún en pijamas bajaban muy preocupados las escaleras, mamá al ver a Bella entre mis brazos se llevó la mano de golpe a la boca, frenando su caminar, mientras que mi padre, como todo profesional que era, corrió mas rápidamente a mí, indicándome que la acostara en el sofá, yo lloraba como un niño, y mi padre al ver que yo no reaccionaba me la quitó de mis brazos y él mismo la acostó a lo largo en el sofá. Yo me quedé estático allí, viendo lo pálida que estaba Bella.

Papá la examinó, yo tenía mis nudillos en mi boca, los mordía fuertemente, mis manos temblaban, solo trataba de contener los sollozos, los sollozos que se escuchaba eran los de mi madre.

_ ¿Qué pasó?... –dije en un hilo de voz, Carlisle levantó la vista y me miró directo a los ojos-.
_ Rompió fuente, los centímetros son muchos y las contracciones la están golpeando muy fuerte y al parecer Bella está muy débil… debemos llevarla ahora mismo a la clínica, antes que el bebé pase por sufrimiento fetal… anda Edward debes reaccionar… no haces nada con quedarte en ese estado de abstracción, Bella solo va a dar a luz y si no reaccionas rápidamente el bebé puede sufrir, y Bella también…

Solo bastó las palabras de mi padre para que tomara a Bella y saliera de allí, mi padre se cambió en menos de un minuto y salimos rumbo a la clínica. Íbamos en el mercedes de papá, él manejaba rápidamente y yo iba atrás con Bella, la sentí moverse entre mis brazos y rápidamente comencé a besarle la frente, el pelo, sus delicadas manos.

_ Edward… -dijo ella sin fuerza-.
_ Si cariño estoy acá… quédate tranquila, vamos camino a la clínica…

Mi voz se quebró y sentí la mirada de mi padre através del retrovisor. Yo la miré a ella, y ella levantó su mirada para mirarme a los ojos. Estaba tranquila, solo su respiración estaba rápida, ella puso una de su mano en el vientre.
_ ¿El bebé…

Yo la interrumpí.
_ Está bien… solo que al parecer ya quiere salir de allí… -dije con una sonrisa que no me subió a los ojos, mientras llevaba mi mano a la mano de ella que estaba sobre el vientre, yo con mi mano sobre la de ella y ella con la de ella en el vientre comenzamos a acariciar juntos a nuestro bebé, hacíamos aquellos sin dejar de mirarnos a los ojos, los de ella estaban lagrimosos y los míos contenían a todo lugar las lagrimas, tenia que ser fuerte y darle apoyo. La voz de mi padre nos rompió la burbuja en la que estábamos.

_ Tranquilos, chicos… todo va a estar bien…

Ambos miramos hacia delante y noté através de su hombro, ya que estaba de espalda a nosotros que él se sonreía.
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Lo que pasó adelante me enfrió el alma, era increíble lo que estaba pasando, ¿Cómo era posible que Bella y yo estuviéramos discutiendo de esa manera apenas unos minutos antes de que nuestro bebé viniera a nuestro mundo. Estábamos en sala de cirugía, ella sentada en la cama y yo parado con la bata que me habían obligado a poner se quería permanecer allí. Papá nos miraba divertido junto con el ginecólogo y las enfermeras.

_ ¡Mierda, Bella ¿Cómo crees que voy a permitir que des a luz en parto normal!... ¡¿no te fijas que estás acabada, no tienes fuerza ni para hablar!... –le grité colérico, no los iba a exponer a ese riesgo, ni a ella ni al bebé-.
Para mi sorpresa la niña si sacó la fuerza no solo para hablar si no para gritarme aún mas fuerte de lo que yo lo hacía, eso me hizo retroceder dos pasos hacia atrás, me miraba asesinamente.
_ ¡ ¡VOY A TENER A MI BEBÉ EN PARTO NORMAL, NI TÚ NI NADIE ME LO VA A IMPEDIR!! ¡ ¡SI PUEDO HACERLO!!...

Aquel tono me retrajo a un tiempo atrás, a la bella que conocí, la terca, segura de si misma que me obligaba a mantenerme alejado de ella, aquella con la que tanto luché hasta tumbarle el pulso. A la Bella de la que enamoré como un maldito loco. Al terminar aquellas palabras, yo también pude sentir el dolor de la contracción que en ese momento la estaba matando, rápidamente y olvidándome de la discusión me acerqué a ella y le tomé ambas manos entre las mías, busqué sus ojos, y me mató ver como ella estaba dispuesta a soportar aquello, a pasar por aquello, yo no era nadie para privarla de esa experiencia. Hablé un hilo de voz.

_ Cariño… escúchame… -le rogué-. Solo quiero evitarte este dolor, si te hacen cesárea, te van a anestesiar y será mejor para ti… ¿no ves que me mata verte pasar por esto?... estás tan débil, preciosa…

Ella me miró a los ojos, y sabía que hablaba en un susurro por el dolor, los cuales ya estaba siendo más prolongados.

_ Deja Edward… todas las mujeres pasamos por esto… es nuestro bebé… quiero tenerlo de manera natural… -ella quitó la mirada de mis ojos y buscó justo detrás de mi hombro, supe por la pregunta que hizo, que era con mi padre que estaba hablando-.

_ ¿Consideras que estoy tan débil que no puedo tenerlo de esta manera?...
_ Si pones de tu parte, puedes hacerlo, pequeña… lo único que te pido es que se decidan… ya llevan minutos sin ponerse de acuerdo…

Ella buscó mis ojos y yo como siempre que se trataba de ella, tiré la toalla y que se hiciera su voluntad.

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Bella Pov.

Lo que a continuación me robó el aliento fue el escuchar los gritos de mi bebé llenar la habitación en la que nos encontrábamos, cerré los ojos y me dejé caer hacia atrás, mi espalda se hundió en la cama, y noté que la mano de Edward se aferraba fuertemente a la mía, a la que en todo el proceso del parto nunca soltó. Abrí los ojos y busqué su mirada, lo que vi me hizo sonreír, Edward estaba a mi lado, mientras agarraba mi mano fuertemente miraba en shock al bebé, sus ojos brillaban, yo no podía mirar lo que hacían por la posición en que me tenían aún.
_ Edward…

Él al escuchar mi voz se giró tan emocionado que me dejó sin aliento, sus labios húmedos besaron los míos rápidamente, luego comenzó a dar besos en mi frente empapada de sudor mientras me susurraba aquello que me hizo inmensamente feliz…

_ Es una niña, amor… tenemos una niña…

Yo me tapé la boca y rompí a llorar de la emoción, busqué los ojos de Edward y de estos también salían lagrimas, ese fue el mejor momento de mi vida.

_ ¿Ey… acaso no quieren conocer a mi nietecita?...

Carlisle se había quedado en la habitación en todo el parto, nosotros nos giramos y Carlisle trataba de calmar a la bebé, la cual se hallaba en vuelta en un frazadita y lloraba histéricamente, Edward y yo nos sonreímos, yo rápidamente extendí mi mano y Carlisle se acercó, yo me acomodé sentándome un poco, la verdad estaba sumamente agotada, pero igual la emoción no me impedía colapsar, cuando sentí el caliente de su cuerpecito pensé que iba a morir de la felicidad, la niña al sentir mi calor y mi olor, lentamente fue dejando de llorar, mis lagrimas estaban a tal punto que no me permitían hablar, la niña dejó de llorar, pero seguía hipando y sacando un hermoso pucherito, fue cuado vi la temblorosa mano de Edward acariciar su hermoso pelo cobrizo mientras le susurraba aquello.

_ Tranquila, corazón… ya estas con mami y papi… -fue evidente que la niña reconoció su voz, ya que lentamente fue abriendo los ojos mientras se llevaba una manito a la boca-.

Edward y yo nos miramos. Ambos estábamos llorando, creo que hasta a mi suegro se le aguaron los ojos y se fue, dejándonos a nosotros tres en una burbuja personal-.

_ Tiene tus hermosos ojos, amor… -me susurró Edward emocionado-.
_ Tu pelo… -dije también mientras le regalaba una sonrisa, la bebé seguía calmadita entre mis brazos, mientras Edward seguía acariciando con la yema de sus dedos su tercia piel, la cual era pálida como la nuestra-.
_ Es hermosa… -dijo Edward, me miró-. Te amo, Bella… te amo, y ahora te amo más por ser la mujer que me ha dado a esta hermosa bebé…

Pensé que cuando diera a luz a mi bebé, iba a dejar la maldita sensibilidad, pero mierda no era así, aquellas palabras de Edward llegaron a mi corazón, provocando que rompiera a llorar.

_ Yo también te amo Edward… pensé que dios era injusto conmigo, por todo lo que he tenido que vivir, pero me doy cuenta que no fue así… soy la mujer mas feliz del mundo, ahora no se ni como pagarle todo lo que me ha dado…

Edward sacó aquella sonrisa ladeada, que siempre sacaba cada vez que admitía que lo amaba, ¿es que nunca se iba a jactar por haberme tumbado el pulso?... fanfarrón

Los labios de Edward buscaron los míos, de aquella manera tan dulce que siempre hacía cada vez que quería transmitirme con un beso, todo el sentimiento que tenía hacia a mí. Lo adoro, lo adoro, lo amo…

La bebé no se movía, entre nosotros, y Edward con todo el cuidado del mundo se acomodó mejor para profundizar el beso, cuando sentí su lengua en mi labio, lentamente lo abrí, dándole el paso a que me sacara el poco aliento que me quedaba, aquel carraspeo de garganta hizo que nos separamos abruptamente.

_ Disculpen que interrumpa el momento… -dijo Carlisle con una sonrisa divertida-. Pero la bebé debe ir a pediatría…

Dijo mientras una enfermera lentamente la retiró de mis manos, la niña estaba dormida, yo fulminé a la chica con la mirada.

_ Deja, Isabella… -dijo Carlisle y yo me ruboricé al ver que él me había atrapado matando con la mirada a la tipa que se había llevado parte de mi corazón-. Solo la van a prepararla y a chequearla, en unos minutos la tendrán de vuelta… y tú… -dijo mirando ya serio y de manera reprobatoria a su hijo, quien se puso derecho frunciendo el sueño-. Será mejor que dejes a Bella descansar… la verdad necesita suficiente energía para soportar la adrenalina de Nessie, Alice, Esme y Emmet… -sonrió al mencionar el último nombre-. La verdad afuera están todos, súper emocionados por verlos… -sonrió-. Han llegado demasiado rápido…

Yo dejé salir un jadeo y Edward sonriéndose disimuladamente me miró mientras preguntaba a mi padre.

_ ¿Quiénes están afuera?...
_ Bueno… Alice, Nessie, Rosalie, Jacob, Emmet y Jasper han venido todos juntos, Esme, Renée y Charlie también están afuera. Creo que seguirán viniendo los que faltan…

Yo me llevé las manos a la cara.
_ ¿Ya saben que es niña?...
_ Imagínate lo feliz que están las chicas… -dijo Charlie y Yo quité mis manos de la cara para mirar a Edward quien me regaló una sonrisa de aliento-.
_ Cuando vean lo hermosa que es si que se volverán locos… -dijo él y noté como dejaba salir el orgullo en su voz-.

Yo recordé lo hermosa que era nuestra bebé, su piel demasiado suave y delicada, su pelo cobrizo y largo de su padre y mis ojos, la niña era sumamente hermosa. Ya la quería de vuelta…
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Una nueva vida empezó desde el momento en que Edward y yo escuchamos los fuertes gritos de nuestra bebé, aquellos primeros días de su nacimiento eran increíble, a veces me molestaba que me apartaran tanto tiempo de ella, ya que todos morían por cargarla, Elizabeth era tan tranquila y simpática, que compraba a todos solo con una mirada, era hermosa, cuando me dieron la de alta y llegamos a la casa, la habitación de la niña estaba preparada, me imagino que se debió tratar de Nessie y Alice, todos estaban locos con la bebé, hasta Jasper si es mucho decir, yo descansaba lo suficiente y Edward como siempre preocupado de que yo lo hiciera, de noche nos turnábamos para alimentarla. Aquello era hermoso, una etapa de nuestra vida que jamás olvidaría.

Nuevamente gracias por sus mensajes. Lamento haber basado el epílogo solo en el nacimiento de Elizabeth, pero la verdad es que cuando empecé a escribir aquello se me fue en eso, hasta yo me emocioné un poco, y no quise alargarlo mucho. La verdad escribir estas paginas me ha hecho nacer aun mas el interés de yo misma saber como sería la vida de estos chicos en la universidad, con que mas se enfrentarían. Y como serian Edward y Bella con una hija en la universidad… creo que para saberlo necesitaría hacer una secuela de esta historia, igual les digo que si la haré, solo que veré si las ideas me fluyen en algunos cuantos capítulos y luego empezaré a publicarlo, no muy larga como esta parte, pero al menos unos capítulos de sus vidas en la universidad. Así que pendientes… nos estaremos leyendo pronto.

Y gracias a quienes dejaron saber que le gustó mi historia. Me puse contenta, al ver que muchas chicas que nunca me escribieron se animaron a hacerlo al final. Les agradezco no se imaginan cuanto a todas, porque sin ustedes no me hubiese animado a seguir con mi loca historia. Gracias a quienes siempre se mantuvieron dándome ánimo para que continuara, a quienes siempre tomaban su tiempo de hacerme saber que pensaban de cada capitulo, sus ideas me sirvieron de mucho y su entusiasmo me animaron a continuarla.

Me dio mucho gusto conocerlas… y gracias, como dije nos estaremos viendo, besos y abrazos…
    

Capitulo 57. Compromiso y Graduación.

CAPITULO 56.
COMPROMISO Y GRADUACION…


Bella Pov.

Me paré de la cama, casi corriendo, si me llevaba de Edward no íbamos a salir de allí nunca. Rápidamente me puse mi ropa interior, me puse una franelita de tirantes algo ajustada y unos pantaloncitos cortos, me dirigí hacia el buró y tomé un cepillo y traté de alisarme el pelo, cuando hice lo que pude, me lo agarré en una cola y me giré para mirar hacia la cama, allí estaba Edward tirado, mirándome con una sonrisa matadora y una mirada provocadora, la sabana blanca justo solo tapaba su entrepierna, haciéndolo demasiado apetecible e irresistible, lo miré entrecerrando los ojos, ¿es que no se iba a cansar?.
_ Iré a ver que están haciendo las chicas…
_ No me dejes, por favor… -dijo mientras sacaba un adorable puchero, yo sonriéndome me acerqué a la cama-.
_ Edward… las chicas están preparando las solicitudes de la universidad, se quejan de que no las ayudo…

Extendió su mano entrelazando sus dedos con la mía y haciendo que me sentara en la cama, mis ojos se fueron a la maldita sabana que tapaba su entrepierna. Cuando escuché su voz ronca le meré a los ojos y noté que estaban casi negros del deseo.
_ Anda… invéntales, que sientes nauseas, mareos o lo que sea y quédate un rato mas conmigo…
_ Edward… -dije entre dientes-.
_ No se que me pasa contigo… -mi cuerpo recibió un fuerte corrientazo eléctrico al sentir que los dedos de Edward subir muy suavemente desde mi manos, hacia arriba, recorriendo mi brazo completo, cerré los ojos y me permití sentir la devastadora caricia que quemaba fuertemente mi piel, su dedos al llegar al hombro, siguieron recorriendo pasando por mi cuello y entrando debajo de mi cabello hasta llegar justo a mi nuca aferrándose allí, me mordí el labio fuertemente al sentir que mis pantys seguro se estaban mojando, no se en que momento Edward se levantó o qué, solo sentí que me ví obligada a aflojar mis dientes quienes apretaban fuertemente mis labios, ya que Edward con su otra mano libre, con sus dedos, separó mis labios, yo abrí mis ojos, y su hermosa cara estaba ahí, justo frente y muy cerca de la mía, él me miraba a los ojos y delicadamente inclinó sus labios para rozar los míos, regalándome un beso que me desarmó por completo, seguí con su mano en mi nuca, evitando que no me separara de él… ¿y quien rayos le dijo que lo haría?... nos comenzamos a besar, su lengua me sabía a gloria. Es cierto que tal vez por el embarazo me sentía 100 veces mas necesitada que lo que me sentía antes, pero… ¿él no me iba a ayudar?... no podíamos pasar 24 horas encerrados en una habitación, ¿Qué pensarían los demás?... ¿Qué estábamos como conejos?... mierda, si a él no le importaba, pues a mí si… yo tomé fuerzas de donde no las había, y con certeza me aparté de sus dulces labios de manera rápida, me puse de pies y poniendo distancia entre nosotros, él me miró de golpe, y mi mirada se fue a su entrepierna, la cual en el movimiento había quedado descubierta de la sabana y mostraba a un tremendo Edward excitado, fuertemente me mordí el labio y lo miré a los ojos con cara de dolor.

_ Saldré un rato… cuando te calmes deberías, hacer lo mismo, cariño…

Edward puso cara de dolor.
_ No me dejes así por favor…
_ Lo siento… -dije disculpándome de corazón, yo también me estaba conteniendo por no tirarme sobre él-. Pero voy a salir un rato…
_ Bella… bella… -le escuché llamarme antes de cerrar la puerta tras de mí-.

Tomé muchísimo aire por la nariz y lo voté por la boca. Y salí del pasillo, allí tiradas en el suelo estaban Nessie, Alice y Rosalie, ellas estaban sentadas llenando papeles, me senté o mejor decir me tiré en el sofá y las tres me miraron como si tuviera tres ojos en la cara.
_ Ohhhhh… -dijo Alice con una nota de burla-. Si la conejita se animó a salir…

Seguro mi rostro se puso rojo, porque ellas tres explotaron a reír.
_ Deberías sentarte acá con nosotras y ayudarnos a terminar con las invitaciones de nuestra graduación… -dijo Nessie mirándome seriamente-. Estás embarazada, no incapacitada, así que no se vale que nos dejes esto solo a nosotras…

Me acomodé en el mueble.
_ ¿Qué tienen planeado?...
_ Pues, Una fiesta en graaaaande… -dijo Alice entusiasmada-.
_ Todo lo de Alice es en graaaaande… -dijo Rosalie sonriéndose-.
_ Pues… luego de la graduación, iremos a mi casa… -dijo Nessie también emocionada-. Y celebraremos en grande… mamá y papá están de acuerdo… los padres estarán invitados, claro que hasta la media noche, luego los echaremos…
_ Me parece bien… -dije, sin ninguna emoción, la verdad a mí no me llamaba tanto la idea de ninguna fiesta… iría a mi graduación y luego volvería al apartamento-.
_ Y no te vas a librar de nosotras… -dijo Alice como si estuviera viendo el futuro-. Así que ni te lo imagines, ven siéntate acá abajo con nosotras y a ayúdanos con las invitaciones, son demasiadas…

Yo me levanté del sofá y me senté en el suelo, junto a ellas tres.

NESSIE POV.

Bella se sentó a mi lado, y recostó su espalda del mueble, la verdad su apariencia me daba gracia, su piel estaba mas translúcida y blanca que siempre, seguro se debía a mi querido hermanito, la cual no la dejaba salir de la habitación, su pelo estaba algo despeinado, pero igual se veía muy linda, se veía delicada y frágil, Alice le pasó un papel y un lapicero y cuando Bella extendió la mano para tomarla aquello nos dejó sin habla a todas. En su dedo angular, llevaba un hermoso anillo de compromiso, brillaba demasiado, Los ojos de Rosalie, Alice y los míos estaba fijos en el hermoso anillo de Bella, que despistada al fin, no se había percatado de que nosotras mirábamos la preciosa joya fijamente, la muy tonta, examinaba fijamente el papel que tenía en sus manos, imagino que leyendo lo que tenía que escribir. Al escuchar el silencio, su mirada se fijó en nosotras, y aquel grito nos paró a todas el corazón por un segundo.

_ ¡¡Beeeeeeeeeeellaaaaaaa!!... –dijo Alice emocionada, Bella se llevó la mano al corazón y Alice le voló enzima de ella, haciendo que Bella se fuera hacia atrás-. ¡¡Le digites que SIIIIIIIIII a mi primo!!... estoy feliz….

Yo estaba paralizada mientras veía a Alice sobre Bella, en ese momento ví a Edward salir corriendo de la habitación, llevaba unas bermudas, estaba sin camisa, supongo que se puso lo primero que encontró, porque jamás había visto a mi hermano en esa pinta, ni siquiera en su habitación, sus ojos se fueron a Alice quien seguía abrazando a Bella, quien trataba de quitársela de enzima, Edward bastante serio rápidamente se acercó y tomó a Alice por los hombros y delicadamente él mismo la quitó sobre Bella.
_ Mierda, Alice… ¿perdiste la cordura?... –dijo Edward mientras levantaba a Bella del suelo, quien se sentó en el sofá, la pobre miraba con miedo a Alice, quien no dejaba de sonreírse, Rosalie también se sonreía-. ¿Estas bien?... –le dijo Edward a Bella, quien sin emitir un sonido solo movió la cabeza positivamente-.

Edward miró a Alice, regañándola con la mirada.
_ ¿Entonces… cuando es la boda?... –dijo Rosalie-.

Edward miró de reojo a Bella.
_ Pronto… -contestó ella bien segura de lo que decía y eso le sacó una sonrisa inmensa a mi hermano-.
_ ¿Quiénes la organizarán?... –dijo Alice entusiasmada-.
_ Pues ustedes… y… Esme… también quiero que le den participación a ella…
_ Heeee… -dijo Alice aplaudiendo-.

En ese momento miré a mi hermano y noté que este serio, me miraba a mí fijamente. Ambos nos miramos a los ojos, los de él brillaban de pura emoción, lo conocía y sabía que estaba feliz, que había conseguido lo que tanto quería.
_ ¿Qué pasa, Nes?... –dijo él, y yo me paré del suelo y me acerqué a él y lo abrasé, él me devolvió un fuerte abrazo-.
_ Nada… felicidades, Edward… se que ustedes van a salir bien en todo esto…
_ Gracias peque…

Sonriéndome me aparté de él y me acerqué a Bella, quien tenía lagrimas en sus mejillas, yo la abracé a ella.
_ Bienvenida formalmente a mi familia… sabes que no solo eres una amiga… sino que también eres como una hermana para mí…
_ Gracias… -dijo Bella, quien estaba llorando, yo me aparté de ella y sin soltarle la mano a Bella y a Edward le dije a Alice-. Esto hay que celebrarlo… vayamos a casa, mamá se va a morir de la felicidad cuando se entere… déjame ver el anillo…

Las tres echamos a un lado a Edward, para poder apreciar el hermoso anillo, sabía que mi hermano tenía buen gusto, pero el anillo me dejó sin habla, era más que hermoso, y en el dedo de Bella lucía mejor.
_ Bueno… -dijo Alice-. Vamos a llamar a los chicos… y vayamos a casa de los Cullen, esta noche la celebraremos en grande…

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Los gorros negros con tirillas amarillas volaban al mismo tiempo hacia el aire. Los jóvenes, recién graduados, estaban en el patio del instituto, todos los chicos con togas y birretes, luego de lanzar sus birretes, comenzaron a abrasarse, todos inmensamente felices, por culminar con una etapa de sus vidas, Jacob buscó a Nessie y la abrazó fuertemente, obligándola a despegar sus pies del piso.
_ Apártate, apártate… -dijo Alice-. Mientras apartaba a Jacob para abrazar ella a Nessie-.

Ellas se abrasaron fuertemente, Jake aprovechó para busca a Bella, y abrazarla también, en su oído le susurró.
_ Te quiero, loquita… y descuida seguiremos juntos…

Bella se apartó para mirarlo, ella tenía los ojos, llenos de lágrimas, eso hizo que Jake explotara a reír burlándose de ella.

_ ¿Y que pasa, Black?... –dijo Edward quien se acercaba por detrás de Bella y rodeaba su cintura, haciendo que la espalda de ella quedara pegada a su pecho-. ¿Qué le haces a mi chica?...

Jacob sonriéndose miró a Edward a los ojos.
_ No se como la soportas… esas hormonas vuelven loco a cualquier hombre…

Edward quien tenía la barbilla sobre el hombro de Bella se sonrió, ésta se molestó.
_ ¿Por qué te ríes, Edward?... ¿Acaso lo estas corroborando?...
_ Shhhh, tranquila… -dijo él divertido, mientras le guiñaba un ojo a Jake, quien no dejaba de sonreírse-.
_ ¡Ey!...

Gritaron Embry, Quil y Seth quienes se acercaban, ellos felicitaron a Jake con un abrazo. Ellos se abrazaron al estilo macho, un abrazo con una palmada en la espada, Seth fue el primero en acercarse a Bella, quien sonriéndole se apartó de Edward para abrazarlo. En ese momento se acercaban a ellos, Nessie y Alice, Nessie voló a los brazos de su hermano, Bella y Embry se abrazaron, Alice y Jake, y a si sucesivamente, Embry le dio la mano a Edward, Quil se acercó a Bella y esta le abrió los brazos, esperando que la abrazara, él regalándole una sonrisa le abrazó fuertemente, le susurró en el oído.

_ Felicidades, Bella… espero que podamos ser amigos…

Ella sonriéndose se apartó y lo miró a los ojos.
_ Sabes que sí… -ambos se sonrieron-. Siempre lo he querido así…

Edward al verlos sonriéndose cómplices, se acercó a ella y tomó a Bella de la mano, Nessie riéndose se acercó a Jake quien rodeó su cintura tiernamente mientras se sonreía y la miraba dulcemente a los ojos, en ese momento se acercaban Rosalie y Emmet agarrados de la mano, Emmet estaba muerto de la risa.

_ Ey, los padres están rabiosos, porque no hemos bajado a darles el honor de felicitarnos…

Emmet dijo esto y se acercó a Edward quien con la mano que tenía libre se la chocaron y se la apretaron fuertemente.
_ Felicidades hermano, suerte con todo… -dijo Emmet sonriéndose y mirando de reojo Bella-.
_ Gracias Emmet… -dijo Edward conteniendo la risa-.
_ Y túuuuuuuuu… -dijo mirando a Bella al mismo tiempo que soltaba la mano de ella y Edward que estaban unidas, para jalar a Bella hacia a él-. Ven acá… mujercita hormonal… -la abrazó y Bella fastidiada y muy seria, dejó las manos hacia abajo, tenían días que no se hablaban, Bella estaba harta de las estupideces de Emmet y este se lo achacaba a las hormonas de ella, él la abrazó tan fuerte que le estaba sacando el aire-. Más te vale que esa pancita empiece a crecer, si no, pensaré que solo se trata de una estrategia para atrapar al estúpido de mi amigo…

Aquello hizo que todos explotaran a reír, incluyendo a Edward, a Bella y apenas se le notaba la barriguita. Seguía con su figura bonita.
_ No jodas Emmet… o volveré a golpearte… -dijo ella con rabia-.

Emmet rápidamente se apartó y en ese momento su mirada se fijó en Nessie, quien estaba al lado de Jake, mirándolo fijamente. Emmet se puso serio y de reojo miró a Jake, quien serio también lo miraba.

_ Nessie… -dijo Emmet mirándola a ella-. ¿Me permites darte un abrazo y felicitarte?...

Jacob lentamente fue apartando su mano de la cintura de Nessie. Ella se sonrió.
_ ¿Somos amigos, no?... –dijo ella, Jake se tensó a su lado y vio como Nessie se acercó a él y ambos se dieron un abrazo de amigos, Edward se sonreía contento de que ellos volvieran a verse como amigos-.

Ellos se separaron y Nessie tomó de la mano a Emmet para acercarlo a Jake, ellos quedaron de frente.
_ No les pido que vuelvan a ser amigos… pero al menos quiero que toleren la situación… a Jake lo amo… y Emmet siempre ha sido mi amigo… ¿creen que puedan hacer eso por mí?...

Jake tomó a Nessie de la mano y la acercó a él, poniéndola a su lado y separándola aún más de Emmet, Emmet trató de ocultar su sonrisa.
_ Descuida, Jacob… se que no seremos amigos como antes… -dijo Emmet a Jake-. Pero igual quiero que sepas, que la verdad es que me doy cuenta que Nessie estará bien a tu lado… y como hermanita que la veo, lo que me importa es que ella esté feliz… adelante, es toda tuya, claro que como mujer… porque como amigos no pienso apartarme de ella… -Nessie sonriéndose le miraba a él, Emmet le devolvió la sonrisa-.
_ Eyyyyyyyyyyy, chicos!!!...

Gritó Jasper un poco apartados, mientras giraba su mano por enzima de su cabeza.
_ Vengan a los padres van a subir…

Todos iniciaron a caminar. Jake iba bastante serio, Nessie lo miró de reojo. Y acercó sus labios al oído de él para susurrarle.
_ Tranquilo, mi amor… a Emmet solo lo veo como un amigo… no importa nada el que seamos amigos… ¿no viste que anda de manitas con Rosalie?...

Jake la miró de reojo y Nessie le sonrió.
_ NO entiendes, Nessie… -jake se paró, haciendo que ella frenara su paso, él estaba bastante serio-. No soporto que se te acerque, me dan ganas de arrancarle la cabeza…
_ Jacob… siempre estará cerca, debes de poner de tu parte, abre tu mente… mira como ya te llevas con mi hermano… antes lo creías imposible…
_ Bueno… pues me di cuenta que tu hermano solo era un estúpido y no era mala persona…
_ No ofendas a Edward… y créeme que también te darás cuenta que Emmet no es mala persona… -ella acercándose a él le rodeó la cintura, Jake bajó su mirada a los labios de ella-. Anda, mi vida… prométeme que vas a poner de tu parte… iremos todos a la universidad, y quiero que seamos un grupo y que llevemos la fiesta en paz…

Nessie hablaba, pero la mirada de Jake estaba fija en el movimiento de sus labios, Nessie sonriéndose de tenerlo en sus manos, se empinó y rozó los de él…
_ ¿Me prometes… -le dio un beso, él se lo devolvía- que vas… -otro beso-. a poner de tu parte?...

Jake la agarró de la cintura y la pego a su entrepierna, ella jadeó y él aprovechó para meter su lengua en la boca de ella, mientras que tenía una mano en su nuca, debajo del cabello de ella, al cabo de un buen beso, ella se apartó, Jake gruñó, ya que quería seguir besándola.

_ ¿Me lo prometes?... –dijo ella con ojitos de corderito a punto de matarlo-.
_ Te prometo lo que sea, si me das lo que sabes que tanto deseo esta noche…

Nessie se echó a reír…
_ De acuerdo… -dijo pícaramente-. Estaremos a manos…

BELLA POV.

Edward me llevaba de la mano, hacia sus padres, quienes nos estaban esperando bien sonriente, cuando llegamos a ellos, Esme se me fue encima a abrazarme con el mismo cariño de siempre, Edward abrasó a su padre, luego cambiamos.
_ Felicidades, chicos… -decía Esme-. Estoy tan orgullosa de ustedes… ¿Y Renesme y Jacob?...
_ Vienen atrás… -dijo Edward-.
_ ¡Mamáááá!... –todos giramos, para ver a Nessie quien se acercaba de prisa y traía de la mano a Jake, ella al llegar a sus padres abrazó primero a Esme, y luego a Carlisle, Esme abrazó fuertemente a Jake-.

Edward seguía a mi lado, sin soltar mi mano, yo lo miré de reojo y él al mismo tiempo me miró, regalándome mi sonrisa preferida. Mi corazón se detuvo por unos segundos al escuchar aquella voz, dentro del alboroto de estudiantes que teníamos cerca.

_ ¡Bella!... –mierda, esa era la voz de Charlie, lentamente me fui girando para verlo a él, a mamá, a Billy y a Martha acercarse-.

Mi corazón comenzó a latir mas rápidamente, supongo que por la sorpresa, desde aquel día en la clínica, en donde se fue molesto, no lo había vuelto a ver, a mamá si, fue varias veces a visitarme, hasta que se regresó a Florida, Sentí el agarre de Edward en mi mano apretarse, papá se colocó delante de mí y me sonrió.
_ Felicidades, princesa… me alegra que te hayas graduado… ven acá… -dijo y me abrazó, mis lagrimas corrieron por mis mejillas-.

Luego sentí los brazos de Renée, y de mi tía, Billy fue algo seco, para lo que me importó.
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Luego de salir del recinto del instituto, todos fueron a la Residencia Cullen, en donde les esperaba toda una fiesta de graduación estilo Alice y Nessie Cullen.

Fin.

lunes, 11 de abril de 2011

hooola, chicas, es cierto que me he tardado con el proximo capitulo de Aventuras en el Instituto, pero es que sigo trabajando en él, espero poder actualizar a mediado de semana. quiero que conoscan mi nueva historia, se llama UN SECUESTRO INSOLITO, y espero saber que les parece.

PROLOGO.

Noté por su cara que se lo estaba pensando. “Dale, el chance, Cayo”. “Bien… ¿Qué edad tienes muchacho?” “18 años””¿Cuál es tu nombre completo?” “Edward Antony Cullen” “¿Por qué buscas este trabajo?” “Quiero el dinero” “Pensándolo bien, llevas casi la misma edad de mi futura víctima, tal vez si puedes ayudarme” “Demetri, ya conoces la estrategia del próximo caso, explícale al muchacho y manos a la obra, ya quiero quitarme de enzima a ese policiita de pacotilla, le vamos a dar por donde mas le duela”.

jueves, 7 de abril de 2011

Capitulo 55. ¿Boda?...

UNOS DE LOS CAPITULOS MÁS ESPERADOS. ESPERO SUS COMENTARIOS, POR FAVOR. Y GRACIAS NOS ESTAMOS ACERCANDO AL FINAL. POR FAVOR SIGAN A ANIMARSE A ESCRIBIRME SUS COMENTARIOS, ACEPTO SUGERENCIAS PARA QUE CLASE DE FINAL LES GUSTARIA, AYUDENME CON SUS IDEAS, SIEMPRE LAS TOMO EN CUENTA. ME DICEN SI ESTE CAPITULO LES GUSTÓ O SI ESPERABAN ALGO MEJOR…

AQUÍ LES DEJO UN LEMMONS, MENTE ABIERTA…

CAPITULO 54.
¿BODA?

Los días habían pasado, dos semanas más. Todos habían vuelto al instituto, incluyendo a Bella, Jared había sido sometido, cosa en la que Bella no estaba de acuerdo, ella prefería que él se fuera y se marchara, pero Charlie dijo que eso no se iba a quedar así. Edward se había sacado sus cosas de su casa y se estaba quedando con Bella, en casa de Alice. Las relaciones entre el nuevo grupo iban sobre la marcha.

Bella Pov.

Estaba acostada en mi cama, comiendo una manzana, Edward se estaba bañando, escuchaba el grifo abierto, fue cuando escuché un celular sonar, era el de él, quien estaba en la mesita de noche.
_ ¡Edward te están llamando!...

El celular dejó de sonar, yo seguí disfrutando de mi jugosa y deliciosa manzana. Cuando el teléfono volvió a sonar, yo estiré mi cuerpo y lo tomé, era un número desconocido, yo tomé la llamada, podía ser alguien importante.

_ Aló… -dije masticando un poco de manzana-.
_ ¿Quién me habla?... –dijo esa voz, petulante y molesta del otro lado del auricular, ¿cómo no podía reconocerla?, peor aún ¿Qué mierda hacia llamando a Edward?-.
_ Isabella… -dije sentándome lentamente en la cama y tragando de mala manera el trocito masticado de manzana que tenía en la boca-. ¿Qué quieres Tanya…?.
_ Obvio que hablar con Edward y no contigo… -dijo ella groseramente, eso hizo que la sangre me hirviera por todo el cuerpo-.
_ Edward no puede atenderte en este momento… se está bañando… -dije entre dientes-. Pero si gustas dejarle un mensaje conmigo, adelante, yo se lo daré…
_ Que ridícula eres, Isabella… la verdad que no cambias… cuando entenderás que solo eres algo pasajero en la vida de Edward… es imposible que sienta por ti, lo que sintió por mí…

Tomé aire por la nariz, y aunque quería estrangularla, no le dejé escuchar mi tono molesto, al contrario le hablé de lo más tranquila.
_ Dios, Tanya… no entiendo tu actitud para conmigo… entiendo que estés molesta por toooodos los desplantes de Edward para contigo, pero quiero decirte que Edward es un hombre tan increíble que cualquiera no cometería la estupidez de perderlo… fíjate en mí y aprende… yo lo amarré de tal manera que hasta un hijo le voy a dar…

¡¡¡BINGO!!!...
Dios, escuché como su respiración se trabó del otro lado, si no me equivoco, Alice milagrosamente me dejó la primicia de darle la noticia a su hermanita, yo me sonreí en grande, esperando que la pobre se animara a hablar, sin mentir tardó un minuto, yo pacientemente esperé su respuesta.
_ Eres una PERRA, Bella, la vas a pagar… Edward te va a abandonar y vas a sufrir en grande… espero estar cerca para disfrutarlo…

Se escuchaba agitada y como si estuviera llorando. Yo me quedé estática.
_ ¡Mentirosa… Edward no pudo haberte embarazado, es imposible, Edward siempre ha sido muy cuidadoso al respecto!... –su voz se escuchaba quebrada, no me importó-.
_ Te recuerdo que yo soy Isabella y tú eres Tanya… con Edward nunca usamos preservativos, voy para dos meses de embarazo…
_ Perra, perra, perra…
_ Tanya, por dios, no me ofendas, y no te irrites, te juro que yo no te odio, no tengo nada en contra tuya, es mas para demostrarte, que podemos llevarnos bien… te voy a dar el privilegio de ser una de las damas de honor de mi boda… Edward y yo ya fijamos fecha… así que si te animas estas invitada…

La comunicación se cortó de golpe, y lo tomé como que Tanya me acababa de pagar todo lo que me había hecho, yo cerré el celular de Edward y algo desconcertada me giré y fue cuando me topé con que Edward estaba recostado en el marco de la puerta del baño, cruzados de brazos y mirándome fijamente.

Edward Pov.

Cerré el grifo del baño, y salí de la bañera, tomé una toalla limpia y enseguida me sequé un poco el cabello, despeinándomelo mas de la cuenta, luego me sequé el cuerpo y me puse un pantalón pijama, salí del baño en solo eso, me paré de golpe en el marco de la puerta cuando escuché lo que Bella decía.
_ Edward no puede atenderte en este momento… se está bañando… -dijo entre dientes-. Pero si gustas dejarle un mensaje conmigo, adelante, yo se lo daré…

Fue cuando me percaté de que tenía mi celular en su oído, la examiné bien y aunque su tono de voz era normal y tranquilo, noté lo tenso que se notaba su cuerpo, tenía el seño fruncido, como si estuviera pensando demasiado, yo me quedé en silencio y la seguí escuchando.
_ Dios, Tanya… no entiendo tu actitud para conmigo… entiendo que estés molesta por toooodos los desplantes de Edward para contigo, pero quiero decirte que Edward es un hombre tan increíble, que cualquiera no cometería la estupidez de perderlo… fíjate en mí y aprende… yo lo amarré de tal manera que hasta un hijo le voy a dar…

Mierda, cuando escuché el nombre de Tanya, quise correr y arrebatarle el teléfono, e inclusive di un paso, pero me obligué a frenar de golpe al escuchar lo que Bella decía, “lo amarré de tal manera que hasta un hijo le voy a dar”… aquello mas que molestarme lo que hizo fue que me sacó una sonrisa, volví a recostarme del marco de la puerta y hasta me crucé de brazos, esto se escuchaba interesante, Bella estaba súper furiosa, cuando escuchaba lo que le decían del otro lado se mordía el labio tan fuerte, que pensé que hasta se llegaría a lastimar.

_ Te recuerdo que yo soy Isabella y tú eres Tanya… con Edward nunca usamos preservativos, voy para dos meses de embarazo…

Mi sonrisa no cabía en mis labios, esto hubiese sido bueno gravarlo, era tan linda que hasta en ese plan me encantaba. Lo que escuché a continuación paró mi respiración de golpe. Hasta la sonrisa se fue de mis labios.

_ Tanya, por dios, no me ofendas, y no te irrites, te juro que yo no te odio, no tengo nada en contra tuya, es mas para demostrarte, que podemos llevarnos bien… te voy a dar el privilegio de ser una de las damas de honor de mi bodaEdward y yo ya fijamos fecha… así que si te animas estas invitada…

Las palabras en negritas fueron las que mas me golpearon. No me di cuenta que había cerrado la llamada, hasta que nos topamos la mirada, inmediatamente me puse derecho y quité mis brazos de la posición que los tenía, noté como Bella se ponía, no roja, si no mas bien morada.
_ Edward… -dijo entre dientes, noté como en un acto de nerviosismo se pasó las manos repetidas veces por los cabellos-. Dios, trágame tierra… -dijo desesperada mientras se apeaba de la cama súper nerviosa-. Perdóname… no se que escuchaste, pero te juro que solo quería molestar a esa tipa, no entiendo para que te llama… además me llamó… Perra… -dijo indignada y molesta-.
_ Shhh… tranquila… -dije mientras la tomé de la mano y me la llevé hacia la orilla de la cama, y me senté a su lado derecho-. Me parece bien que la hayas puesto en su puesto… -le dije mientras mirándola a los ojos, le sonreí, noté como ella se perdió en mi sonrisa-. Pero ¿en serio tenemos fecha de boda?...

 Quise reírme a carcajadas al ver como Bella en un acto infantil se tapó la cara con ambas manos, sintiéndose avergonzada, igual yo hice mi mayor esfuerzo en no reírme.

_ Dios, Edward… te juro que solo quería fastidiarla…
_ Y yo te juro, que lo que más deseo en este mundo… es que si quieras casarte conmigo…

Ella me miró de golpe, y se topó con mi profunda mirada, ambos estábamos serios.
_ Si, Bella… te amo… tú y ahora también mi bebé son lo mas importantes que hay en mi vida… y me gustaría hacer bien las cosas…
_ Edward yo… -no la dejé terminar, le tomé la mano y la llevé a mis labios dándole un suave beso-.
_ Te amo, Bella… y quiero que te cases conmigo…

Sus ojos se dislocaron, sin duda estaba demasiada sorprendida, no se por qué, porque la verdad debía haberlo visto venir. Al ver su silencio fruncí el seño un poco.
_ Si quieres pensártelo… puedes hacerlo…
_ Edward… -ella me miró a los ojos y se mordió el labio mientras pensó por unos segundos-. En realidad no tengo nada que pensar… -yo sentí que mi respiración se paró de golpe y no se cual fue mi expresión ya que ella dejó salir una hermosa sonrisa-. En realidad sería una Estúpida si dejo pasar este momento… yo también te amo, tú también lo eres todo para mí… y si… si acepto casarme contigo… solo elige la fecha y ya está…

Bella se echó a reír, mientras me veía en shock, la verdad no esperaba que lo tomara de esa manera, conocía lo terca que era y esperaba que estuviera rogándole por días, antes de escuchar el SI, si quería reírse, pues veremos a ver como se tomaba esto. Rápidamente me paré y fui al armario, de un bultito en donde todavía tenía unas cosas mías sin desempacar, saqué la cajita negra de tiffanny, al girarme hacia donde ella, noté que cuando ella fijó su mirada en mis manos, su risa desapareció de golpe, se puso bastante seria, yo me acerqué nuevamente a ella y lentamente me acuclillé entre sus piernas, ella no apartaba su mirada de mi mano, ahora era el turno mío de sonreírme. Yo abrí el cofrecito negro y se lo puse frente a ella (el anillo está abajo), quien lo observó sin ponerle siquiera la mano.

_ Es tuyo… -le dije en un susurro-. Toda novia debe llevar un anillo… ¿te gusta?...

Ella algo embobada miraba el anillo.
_ Es… precioso, Edward…

Yo me sonreí mas aún y lo saqué del cofre, tomé su mano izquierda y lo deslicé en el dedo correspondiente, ella luego subió su mano para observar como le quedaba, yo rápidamente me puse de pies para sentarme a su lado y también apreciar lo hermoso que le quedaba en su dedo, estaba tan embelezada observándolo que yo me acerqué a su oído para susurrarle aquellas palabras.
_ Te amo… futura señora Cullen…

Bella cerró los ojos y se estremeció por completo, cosa que me animó a acercar mis labios a sus oídos y darle un suave beso, fui bajando mis labios con suave besos por su cuello, hasta que coloqué una mano en su mejilla para girarla y poder besar sus labios, nos besamos, yo de manera delicada con mi lengua le pedí permiso para que me permitiera entrar en ella y ella al hacerlo, me permitió que profundizara mas el beso, nuestro beso. Yo lentamente la fui inclinando en la cama, ella se arrastró de espaldas hacia arriba para acomodarse mejor en la cama, todo esto sin abandonar la profundidad de nuestro beso, nuestras lenguas danzaban aunque profundo, de manera lentamente, mi cuerpo comenzó a reaccionar ante lo que estaba sintiendo, Bella quedó debajo de mí, y yo con cuidado dejé que mi miembro rozara su entrepierna, fue cuando me percaté que ella solo llevaba puesto una franela y unos pantys delicados, yo estaba sin camisa solo con un pantalón de pijama, de tela de algodón, lo cual hacía que el roce se sintiera mas exquisito, le restregué en un baja y sube mi miembro en su pantys, mierda ella estaba húmeda, lo sentí, y eso hizo que yo me restregara un poco mas en ella, mientras que con una mano, le subía la franela hacia arriba, mientras lo hacía acaricié la suave piel de su vientre y pecho, aquellas caricias provocaron que comenzáramos a besarnos mas frenéticamente. Bella llevó sus manos directamente a mi cabello, mientras una de sus piernas subió hasta mi cintura. Todo sin dejar de besarnos, de momento sentí como ella hizo que nos giráramos, quedando sobre mí a horcajadas. Mis manos fueron a su trasero, atrayéndola mas hacia a mí, y haciendo que se sentara justo en mi miembro, al ella estar abierta, y mi miembro estar duro ella dejó salir un jadeo, el cual se perdió en mi boca. Mi miembro tocaba directamente su intimidad evidentemente húmeda. Sus labios abandonaron los míos, y yo sin poder evitarlo llevé los míos a su cuello, allí aproveché para repartirle pequeños besos.

_ Edward… me estas matando… -dijo Bella y temí que fuera verdad, su respiración estaba sumamente agitada y sofocada, su pelo caía hacía abajo, al estar sobre mí, y tener el pelo suelto, yo la miré por unos segundos, se veía tan endemoniadamente sexy, que me obligué a aguantar y no correrme allí como un adolescente precoz, ella seguía frotando su intimidad con mi miembro, cosa que me estaba volviendo loco, mis labios comenzaron a besar de manera profunda la piel que podía alcanzar de ella, mientras que    tomé una de mis manos y la guié para bajarle los pantys, ella ayudó a deshacerse de mi pantalón, dejando libre a mi miembro, cuando nuestros sexos se rozaron piel con piel, ambos jadeamos y nos besamos mas frenéticamente, yo mientras, llevé una de mis manos a su centro. El cual estaba sumamente mojado, sin preámbulo alguno, deslicé lentamente mi dedo en su interior, me concentré en sentir su calidez y su humedad. Curve un poco mi dedo, buscando tocar algo que la enloqueciera un poco más. En unos segundos, Bella gimió fuertemente y se restregó aún más en contra de mi mano,
yo sin sacar mis manos de su intimidad, lentamente me giré, y la giré conmigo, volviéndola a poner a ella debajo, le saqué la franela y mis labios inmediatamente fueron a sus pezones, los chupé fuertemente, sin importarme que la marcara, ya a este punto no me importaba mucho, la razón no estaba de mi lado, sentía a Bella estremecerse, la sentía restregarse en la cama, yo le frotaba mi miembro mientras le chupaba y mordía sus delicados pezones, ella no paraba de jadear y mencionar mi nombre, en manera de súplica, tal vez ella no comprendía que esto lo que lograba era enloquecerme más, aparté mis labios de los de ella y me levante, pasé sus piernas sobre mis hombros, la tome de las caderas para acercarla hacia a mí. Nuestros sexos se tocaron nuevamente y ambos no pudimos contener dejar salir un gemido al mismo tiempo. Yo la miré directamente a los ojos, no se mi cara, pero la de ella estaba distorsionada por el placer… yo seguí moviendo mi miembro, con la finalidad de suavizarlo y humedecerlo aún más, con su flujos vaginales.  Mi boca estaba abierta, nuestras respiraciones agitadas, al menos mi corazón amenazaba por salir por mi boca, yo aproveché para poco a poco adentrarme en su cuerpo, disfrutando de lo estrecha que eran sus paredes, logrando a su vez que apretaran dolorosamente mi erección. Una vez que estuve totalmente dentro de ella, de manera involuntaria cerré los ojos con fuerza, mientras mordía fuertemente mis labios, provocado esto por el torrente de sensaciones que me provocaba estar dentro de la mujer que amaba, mis terminaciones nerviosas reaccionaban bruscamente ante aquello. Desconecté mis pensamientos y actuando como un animal instintivo, saqué lentamente mi miembro de ella, para luego embestirla con demasiada fuerza.
_ ¡Edward!... –gimió ella, y yo la miré a los ojos-.

Volví a repetí la acción, entrar con rapidez y salir lentamente. Y poco a poco comencé a embestirla con mayor rapidez, adentrándome en su interior hasta el final, la posición en que la tenía, hacían que sus pareces apretaran fuertemente mi miembro, ambos estábamos sumamente entregados al placer, por lo que era imposible que no nos corriéramos al mismo tiempo. Cuando sentí que sus paredes apretaban fuertemente mi erección, entendí que era el momento de dejarlo salir, y comencé a embestirla con mayor fuerza. Solo bastaron unas cuantas estocadas más y la vista se me nublo del fuerte orgasmo que sentía. Inmediatamente ella me siguió. Mierda aquello nos dejó completamente exhaustos a los dos, yo caí a su lado y Bella quien también tenía la respiración súper agitada, con los ojos cerrados se quedó a boca arriba, yo al lado de ella aboca abajo, trataba de que mi respiración se calmara, allí en donde solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas duramos unos 10 minutos. Luego me giré a mirarla y me sorprendió que ella mirara tan concentradamente su mano en donde los diamantes del hermoso anillo brillaban, le quedaba hermoso, Emmet no se había equivocado, yo me acomodé un poco más cerca de ella, hasta llevar mis labios a su mejilla y darle un beso, luego lentamente lo llevé a su oído y le susurré las palabras.
_ En tu dedo se ve hermoso…

Ella se sonrió.
_ Es hermoso Edward… debió costarte una fortuna…
_ Menos de lo que mereces…

Ella bajó su mano y se giró de lado para quedar frente a mí y mirarme a los ojos.
_ ¿En serio crees que merezco todo esto?... –dijo en un susurro-. Solo he complicado tu vida, Edward…

Aquellas palabras me golpearon. Seguí hablándole en susurros, sin apartar mi mirada de sus ojos.
_ Bella, por dios, no te perdonaré que dudes que lo eres todo para mí, te mereces todo esto y mucho más… te amo… y nunca me voy a arrepentir de haberme metido en tu vida… si… -le sonreí-. Tú me advertiste que no insistiera, pero ya vez… no solo te conquisté, si no que te haré la madre de mis hijos y ahora te haré la señora Cullen… no sabes lo feliz que me has hecho…

Bella se sonrió.
_ Yo también te debo mucho Edward… gracias a ti, puedo decir que estoy estable…

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